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Archivos mensuales: noviembre 2020

10. EL ROL EN EL EQUIPO

Antes de analizar y conocer el rol de cada uno de nosotros en el equipo, es interesante hablar de trabajo colaborativo y de la aportación que hizo Vigotsky, psicólogo ruso (1896-1934), ya que fue él quien nos habló del  aprendizaje como un proceso  colaborativo, “porque el ser humano es un ser social que vive en continua interacción con otros”. 

Del mismo modo y también constructivista es Jean Piaget psicólogo suizo (1896-1980) quien nos acerca a la psicología evolutiva, cuyos pormenorizados estudios sobre el desarrollo intelectual y cognitivo del niño ejercieron una influencia trascendental en la psicología evolutiva y en la pedagogía moderna.

Con estas teorías como base y como punto de partida nos acercamos a los equipos de trabajo colaborativos. Existen múltiples definiciones sobre el trabajo colaborativo y los equipos. 

Hemos visto las 5C del trabajo en equipo: Compromiso, Confianza, Coordinación, Comunicación y Complementariedad. Una buena fórmula, sin duda, para que un equipo funcione y consiga el objetivo propuesto. 

Trabajo en equipo. Pixabay

Si formamos parte de un equipo colaborativo es fundamental saber qué aportamos cada uno de nosotros a ese equipo. ¿Cuál es mi rol?

Para averiguarlo existen muchos tipos test para saber aquellas habilidades que poseemos y podemos aportar a nuestro equipo.  

Una de las metodologías más prestigiosas para conocer los roles de equipo fue la diseñada por el  Dr. Meredith Belbin,  era un académico y psicólogo industrial altamente respetado, presidente y cofundador de la Industrial Training Research Unit (ITRU), al que el Henley Business School le encargó un estudio  sobre el funcionamiento de los equipos. Se desarrolló durante una década y consistió en un juego de simulación de negocios en el que los directivos competían en equipos de trabajo. Buscaban ser equipos de alto rendimiento y alcanzar la eficiencia como equipo.

Fruto de este trabajo nace el Test de Belbin que identifica 9 “Roles de equipo”( Implementador, Coordinador, Motor, Creativo, Impulsor, Evaluador, Cohesionador, Investigador y Especialista) que se utilizan para identificar las fortalezas y debilidades del comportamiento de las personas en el entorno laboral. Los roles de equipo de Belbin, miden el comportamiento y no la personalidad, y se definen, según Belbin como “nuestra particular tendencia a comportarnos, contribuir y relacionarnos socialmente”. 

Los 9 roles de Belbin se dividen en tres áreas:

Sociales: los que se encargaban de la cohesión, coordinación y contacto del grupo con el exterior.

Mentales: los que tenían el expertise, la visión crítica y la creatividad para hacer una tarea.

De Acción: los que se ocupaban de pasar a la acción, llevar a cabo y finalizar una tarea.

En clase hemos realizado el Test de Belbin para conocerlas y este ha sido mi resultado: 

Cohesionadora (15,71%), Coordinadora (14,29%) e Implementadora(12,86%) serían las principales habilidades que tengo para trabajar en equipo. 

FinalizCerebroMonitor
ImplementerCo-ordinatorCompleterPlantShaperEvaluatorTeamworkerInvestigator
Specialist
SecciónImplementadorCoordinadorMotorCreativoImpulsorEvaluadorCohesionadorDetallistaEspecialistaSUMA
111022121010
211312010110
302111121110
422011210110
522200220010
612011122010
720212012010
TOTAL 9108797116370
TOTAL %12,86%14,29%11,43%10,00%12,86%10,00%15,71%8,57%4,29%100,00%
Test de Belbin.

Según los diferentes test realizados en clase podría definir mi perfil en un entorno de trabajo en equipo colaborativo, como una persona que  tiene un fuerte papel de cohesión entre todos los miembros. Que se preocupa por los procedimientos, y por mantener al equipo unido. A través de una comunicación  respetuosa y abierta. Lo que hace sea una buena mediadora y sepa gestionar de una forma adecuada los conflictos que se puedan dar entre las personas que lo forman.  La diplomacia sería una de las características principales en este papel cohesionador. 

Otra de las habilidades más destacadas sería la coordinación,  funciones como promover la toma de decisiones y coordinar bien las acciones del equipo serían algunas de las que desarrollaría. 

En la misma línea según estos test también podemos encontrar en mi perfil las características del  team player: solidaridad, evitar conflictos y fomentar la armonía. 

Podríamos concluir en este sentido que son las áreas sociales y de acción en las que más habilidades tengo. 

Si trasladamos todas estas características a los seis tipos de liderazgo de Goleman podemos concluir que mi perfil estaría entre un líder afiliativo que  es capaz de motivar y establecer un buen clima de trabajo, fomentando las relaciones personales, y un líder coach, que potencia las cualidades personales y que fomenta aprender estrategias nuevas, para crear conexiones entre objetivos y metas  profesionales.  Tal vez este último, el coach, se pueda identificar con dos de los tipos de roles de Belbin como puede ser el cohesionador y coordinador. 

9. EL JUEGO INTERIOR

W. Timothy Gallwey (nacido en 1938 en San Francisco, California) es un autor que ha escrito una serie de libros en los que se ha establecido una nueva metodología para el entrenamiento y para el desarrollo de la excelencia personal y profesional en una variedad de campos. Su aportación más importante es El juego interior del tenis, con más de un millón de copias vendidas.

Según Gallwey en cada actividad que desarrollamos hay dos áreas: la interior y la exterior: «El juego exterior se juega en un escenario externo para superar los obstáculos externos para alcanzar un objetivo externo. El juego interior se lleva a cabo dentro de la mente del jugador y se juega contra varios obstáculos como el miedo, la duda, los lapsos de atención, y la limitación de conceptos o suposiciones».

Como ejemplo práctico podemos analizar el tenis, así lo hizo él cuando veía a sus alumnos entrenar. El juego exterior era: la pista, la raqueta, los golpes, el oponente… Mientras que el juego interior era la valoración crítica que hacemos de nuestro propio juego, el desempeño a la hora de realizar la actividad. De tal forma que los jugadores de tenis estaban más pendientes para ganar su partido del juego exterior, sin tener en cuenta lo que ocurría en su mente, su actitud negativa, los obstáculos que el propio jugador tenía para poder conseguir su objetivo.

Esto le llevó a desarrollar su propia metodología que se basa en que el jugador tuviera las mínimas interferencias posibles en su juego exterior, es decir, que se concentrara solo en un punto, para así liberar estrés, dejar la mente más libre, y poder sacar su juego interior. Ya que según esta teoría, salen nuestras capacidades naturales con mayor facilidad. Como lo hacen los niños, que aprenden a realizar cualquier actividad antes que los adultos porque su mente está «libre» de prejuicios, miedos, y dudas. Lo hacen disfrutando del aprendizaje.

En este sentido el tenis es uno de los deportes más exigentes mentalmente hablando que existen, así lo reconocía en su biografía Andre Agassi, afirmando que la soledad del tenista no es comparable a la de ningún otro deportista. En Open, Agassi relata que odiaba el tenis, que se pasaba horas y horas dándole a la pelota, bajo las órdenes de un padre violento y dictatorial que le obligó a jugar a tenis.

La carrera de Agassi marcada por sus altibajos, su temperamento tiene un punto de inflexión cuando llegó a su vida Brad Gilbert, que se ocupó más de que desarrollara ese juego interior, que fuera capaz de conseguir resultados desde la mente más que desde la pista. Son muchos los que aseguran que Agassi no hubiera llegado a ser quién es si no hubiera sido por este entrenador que desarrolló en él el juego interior

Otro ejemplo lo tenemos con Rafa Nadal, quien en 2015 aseguró que había tenido » una lesión mental, no sabía como pegar a la bola». En un deporte individual en el que se debe responder con la misma contundencia tanto la primera pelota como la última, la cabeza se convierte en su protagonista tan activo como los músculos encargados de dar un raquetazo. Si el ‘coco’ no funciona el resto da igual. Unas declaraciones que resumen a la perfección el equilibrio que debe haber entre el juego exterior y el interior. La falta de motivación, el miedo, la ansiedad… Hacen que no sepamos desarrollar el juego en la pista.

Toda la metodología del juego interior es fácilmente aplicable a otros ámbitos de nuestra vida, no solo es eficaz en el deporte sino también en el mundo laboral. Mejorando nuestra autoestima y seguridad, un coach, es capaz de hacernos sentir que independientemente del trabajo que se realice, conseguir el objetivo es fruto de nuestro esfuerzo, independientemente de la dificultad o de la tarea que se realice.

Para todo ello el coaching, trabaja la motivación personal, la resolución de conflictos, las relaciones interpersonales, el desarrollo personal y el trabajo en equipo.

Y tú, ¿ Te has planteado desarrolla tu juego interior?